Esto no nada más pasa en Cuauhtémoc pero no por eso deja de ser digno de mención en estas fechas que se aproxima el término del año. Los balazos al aire, el descontrol por el abuso del alcohol que lleva a pisarle a todo a los vehículos, pasarse los altos o andar de altaneros en las calles patinando llanta y haciendo desmadre y medio hacen del 31 de Diciembre y madrugada del 1ero de Enero fechas sinceramente peligrosas, y es que como dicen los papás: “tu puedes andar muy bien, manejando tranquilo y todo, pero en eso llega el cabrón mas pedo de Cuauhtémoc y se te estampa.
Ante todo no se puede negar que todos queremos salir y divertirnos, festejar el año nuevo con nuestros familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos, pero hay que pensarle muy bien a donde se va a ir; la calle es muy peligrosa y todos sabemos por qué, las fiestas deben de ser puestas bajo análisis de cada quien y preguntarnos ¿de quién es la fiesta?, ¿va a ir gente que no conozco?, ¿es un lugar seguro y sin riesgo que de llegue raza pesada? Porque todos sabemos que a los Cuauhtemenses les encanta que se “armen los vazasos”, estas en una fiesta o en un antro (de los más de 300 que hay aquí) y no falta que se haga la bronca y don valientito se caliente y empiecen a llover vasos y botellas por todos lados, entonces nosotros preguntamos a la sociedad “¿Qué necesidad pendeja tiene uno de andarse exponiendo?”
Hay que pensarle muy bien, una noche familiar con buenas platicas, películas y hasta unos tragos es mil veces preferible a pasar el primer día del año en un hospital, en la cárcel o ya saben donde también si nos toca la mala suerte de estar donde estaba también el hijo de Don Narco o la peor aun mala suerte de ser alcanzados por una bala en caída por esos “plomazos” que les encanta tirar a diestra y siniestra y bien sabemos que "todo lo que sube tiene que bajar".
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