Tipico De Cuauhtemoc: Conducir Como Burro

Ya nada más se acerca la época navideña y todos empiezan a manejar con la cola, parece que les pagan por conducir mal, sales un ratito al centro y se dispara tu estrés al máximo, los conductores pendejos que sienten que las pueden todas varían desde el que va a vuelta de rueda hasta  el que le vale madres la vida y se pasa los altos, rebasa por derecha y ni idea tiene de para qué sirve una direccional.

Y la culpa no solo está en los conductores sino también en los peatones que parecen indios, se supone que uno debe “temerle” al auto porque te puede atropellar, ¡más cuando se vive en Cuauhtémoc! Pero aun así es increíble la cantidad de caminantes que se atraviesan como vacas con el pensamiento de “se tiene que parar”, me sorprende que en la ciudad no se den diarios unos 200 choques y 100 atropellos; manejamos todos para la chingada y caminamos peor, con razón dicen que el que conduce en Cuauhtémoc conduce en cualquier parte del mundo.

No sé porque aquí la gente es así, no solo es falta de educación vehicular sino falta de educación casera, obvio; como no tienes educación y te vale todo igual manejas como se te da la gana.

Aquí se tiene una creencia de que si hay mucho tráfico y tu quieres pasar tienes que “irte metiendo” ¿en donde más chingados hacen eso? Nada mas aquí, se supone que lo correcto es esperar a que este libre el acceso pero no, aquí lo más viable para todos es hacer como que te van a chocar para que te pares y puedan pasar, otro caso es el de las personas que te pitan o hacen sonar el claxon porque no avanzas y no se ponen a ver que le diste el pase a alguien, me sorprende que la gente todavía se atreva a usar el claxon con las cosas como están y sobre todo cuando bien sabemos que hasta alguien que ande en un “metrito” puede ser la persona más peligrosa de la ciudad.

Me encanta ver por mi ventana como se hacen garras en la calle intentando pasar, gritando y haciendo corajes dentro de sus muebles mientras pienso “esto es Cuauhtémoc señores” pero luego me toca salir a mí a atender cualquier cosa y es cuando no comprendo para que están los semáforos, para que los cuatro altos, para que los pases peatonales: si todos hacen lo que les da su chingada gana.